¡APRENDE!
¿APRENDIZAJE Y DIVERSIÓN EN LA MISMA
FRASE?
HACER NUESTRO TRABAJO CON PASIÓN
Por: Andrés Castillo Gil
En
la actualidad, la mayoría de la población que está inmersa en un contexto
citadino tienen acceso a los sistemas educativos, los cuales tiene la función de formar y capacitar
académica y profesionalmente a las personas para que estas incursionen en el
mundo laboral, pero un porcentaje de la población que está en este proceso de
formación presenta alguna dificultad con el apropiación y análisis del
conocimiento recibido.
Estas
dificultades pueden generarse por múltiples factores, por ello es importante
aclarar que cada ser humano procesa la información de maneras diferentes para
interiorizar y generar sistemas de
representaciones que dan lugar al aprendizaje, además enfatizar que aprender no
es memorizar y que las dificultades académicas no solo están relacionadas con
los estilos de aprendizaje (visual, auditivo y kinestésico), también pueden haber factores cognitivos, sociales,
motivacionales y de orientación vocacional que están de por medio
obstaculizando los procesos de aprendizaje.
Hay
una tendencia a creer que solo se puede aprender dentro de una institución
educativa, pero es importante aclarar que los procesos de aprendizaje se pueden
desarrollar en diferentes momentos o entornos que nos proporcionan nueva
información, por ejemplo los signos y símbolos utilizados en redes sociales o
demás actividades rutinarias que son actualizadas continuamente. Estos
aprendizajes, al ser tan constantes, pareciera que son procesos inconscientes o
poco notables debido a que nos acostumbramos a procesar e interiorizar este tipo de información o
conocimiento.
En esta medida, es pertinente tener en cuenta
que las instituciones educativas brindan entre el 30 y el 40% del conocimiento
base y el otro 60 o 70% le corresponderá
a cada persona para tener un nivel de profundización, investigación
y apropiación de los conocimientos e indagaciones complementarias que son
valiosas para el proceso de fortalecimiento académico, además de los recursos y
las estrategias empleadas en pro de generar un aprendizaje significativo que se
verá reflejado en un futuro en el mundo laboral.
Ten
presente que al momento de iniciar un proceso de aprendizaje es de vital
importancia responder a las siguientes preguntas:
¿Qué
quiero aprender?
¿Para
qué lo quiero aprender?
¿Cómo
lo voy aprender?
Las
respuestas a estas preguntas serán las bases y las guías para que tu desempeño
en el proceso de aprendizaje sea el más óptimo y te pueda brindar los frutos
que esperabas.
¿APRENDIZAJE Y DIVERSIÓN EN LA MISMA
FRASE?
"Lo que oyes lo olvidas , lo que ves lo recuerdas, lo que haces lo aprendes".
Proverbio Chino
Cada día aprendemos
cosas nuevas. Tomate un segundo para pensar qué has aprendido hoy, qué sabes
que no sabías ayer de ti mismo, del mundo que te rodea y las personas con
quienes te relacionas.
No sólo aprendemos en
el colegio o en la universidad, aprendemos a cada instante con cada error y
cada nueva experiencia de cada día. Aprendemos desde una nueva ubicación en la
ciudad, cómo cocinar brownies y manejar un nuevo programa, hasta cómo
relacionarnos mejor con nuestro jefe o pareja, o un nuevo saber académico.
Ahora piensa: ¿qué has
aprendido que nunca se te ha olvidado? ¿Montar en bicicleta? ¿Leer y escribir?
Y ¿qué más aparte de eso? Probablemente vengan a tu cabeza varios aprendizajes:
¿qué tienen en común? y ¿por qué crees que aún los recuerdas a pesar del paso
del tiempo?
Aprendizaje y
memorización no es lo mismo. Para que haya aprendizaje es necesario que el
aprendiz le encuentre sentido a lo que aprende, que lo pueda entender más que
sólo repetirlo, que interactúe con su entorno a partir de experiencias que
llamen su atención, le diviertan, sean de su interés, le permitan generar
reflexiones y además que perciba que
pueden serle útil en su vida. Si lo que se pretende aprender no cumple con por
lo menos varias características de las mencionadas anteriormente es muy probable
que se olvide fácilmente y no haga parte de la vida futura, no sería lo que se
llama un aprendizaje significativo.
Para que un aprendizaje
sea significativo, es decir, genere un cambio casi que permanente en la
persona, es necesario que ésta disfrute de lo que está haciendo, se sienta
motivada, segura y a la vez desafiada o retada, que pueda ser creativa y
utilizar su imaginación.
Pocas veces habrá
aprendizaje cuando éste se percibe como una mera obligación o cuando no hay una
buena relación con las personas con quienes se aprende, sea un maestro o
compañeros pues aprendemos cuando estamos motivados a hacerlo.
Además también
aprendemos mejor y más fácilmente aquello que experimentamos, mucho más que si sólo lo leyéramos o escucháramos.
Si tenemos una vivencia propia asociada a la situación es más probable que lo
aprendamos que cuando es una experiencia ajena.
Nuestro estado de ánimo
o emociones asociadas al momento de aprendizaje también afectaran en gran
medida la generación del mismo, puesto que se debilitará la percepción, la
atención y la motivación, la mente estará distraída e incluso el cuerpo puede
estar debilitado, por lo cual también es importante tener muy en cuenta nuestra
salud física y mental a la hora de evaluar por qué no se está aprendiendo como
se desearía.
Por ultimo reflexiona y
pregúntate: ¿Lo que pretendes aprender o estas estudiando te interesa o motiva,
le encuentras un uso para tu vida y te permites experimentarlo en la vida real
más allá de sólo leerlo o escucharlo? ¿Son entonces tus aprendizajes
significativos o lo olvidarás fácilmente? ¿Te diviertes aprendiendo? Y ¿ qué
harás al respecto?.
Tomado de: http://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/educa/article/view/7098/6272
HACER NUESTRO TRABAJO CON PASIÓN
Por:
Elizabeth López Ochoa
Pasas la mayor parte de tu vida en el
trabajo; se vuelve tu segundo hogar y muchas veces compartes más allí, que con la
familia y amigos. Por ello es importante que lo que hagas en ese lugar sea para
tu crecimiento, te motive y te llene de pasión. Trabajar y estar apasionado por el trabajo que
haces son cosas diferentes, muchas personas trabajan pero no son felices en su
labor. Si logras encontrar esa pasión en tu trabajo, puede ser una contribución
importante a la satisfacción con tu vida.
La pasión por lo
que haces es una actitud que viene acompañado del empoderamiento, es decir del poder interior que todas las personas tienen para lograr lo que se
proponen. Todos tenemos esta capacidad, pero pocas personas saben aprovecharla,
ya que cuando algo no te apasiona, es muy difícil que te sientas comprometido
e implicado.
Esto pasa muchas veces porque percibes tu trabajo
únicamente como el medio para conseguir dinero, pensando que con ese dinero
obtienes lo que deseas, y entras en un juego frustrante, pues tu trabajo
demanda un gran esfuerzo y si no vibras con ese esfuerzo, te sentirás al final
fracasado.
La pasión es aquello que nos aleja del solo hecho de
existir y del miedo, esta nos ayuda atrevernos a vivir en el presente, a ser
creativos. Cuando sentimos pasión por lo que hacemos, la presión tiende a ser
más tolerable, porque nos concentramos en la tarea, sin precipitarnos a los
resultados, sin abatirnos por el temor al fracaso, la duda o la crítica.
Si eres apasionado por lo que haces, te sentirás más
confiado para llevarlo a cabo, entregarás y desarrollarás tus habilidades con
más fluidez y dispondrás mejor tu mente y cuerpo para hacerlo. “El que está fascinado con lo que hace no
está mirando el reloj, sabe que sabe y al mismo tiempo lo que emprende es
para él un desafío” (Krell, s/f). Cuando sientes que fluyes en lo que
haces, experimentas plenitud, logras que tus emociones te ayuden a vivir mejor
y encontrar soluciones para vivir más fácilmente.
Una parte
importante para hacer las cosas con pasión es creer en ellas, cuando crees,
puedes crear las condiciones, encontrar la motivación y la voluntad para
hacerlas. Cuando no, es probable que solo veas obstáculos y problemas. Cada labor que
haces es una oportunidad para servir a los demás y aportar tu grano de arena
para hacer de nuestro mundo un lugar mejor; si pones lo mejor de ti mismo,
dejaras una huella magnifica en él, habrás logrado tu misión en la vida.
Pero, ¿cómo encontrar pasión por lo que se hace? Cuando
tienes problemas de motivación es difícil tener una buena actitud,
pero ésta se potencia y se crea cada día, y no solamente ante tu trabajo,
también ante la vida. Aquí algunas ideas:
- Pregúntate qué es lo que puedes hacer bien, que habilidades tienes y cuáles de ellas te motivan más a utilizar, sea interactuar con las personas, encontrar soluciones creativas u otras habilidades.
- Determina qué es lo que te gusta hacer en tu tiempo libre, haz una lista de tus cosas favoritas, como leer, caminar en el parque o la pintura. Tener una comprensión de los tipos de actividades que te gusta, te ayudará a incorporarlos y encontrar un trabajo que te apasione.
- Evita discutir tus opciones con demasiadas fuentes externas, pues aunque pueden ser útiles, también pueden hacer que te sientas inseguro de ti mismo y dudes de tus elecciones.
- Ten presente que el trabajo puede fortalecerte económica, social y profesionalmente, pero también debe ayudarte a alcanzar tus metas a largo plazo. Evalúa constantemente estas metas y si tu trabajo te está ayudando a alcanzarlas.
- Busca que tu educación, tu experiencia laboral y tus habilidades sean plenamente utilizados en tu trabajo. Si no, piensa en el tipo de trabajo que incorpore todos estos elementos y deja que se usen al máximo.
- Es importante proyectar tu trabajo ideal, al que te quieres dedicar. No solo lo evalúes por el ingreso económico, sino por lo que te gustaría hacer incluso si no te estuvieran pagando.
- Si te sientes confundido es importante buscar la ayuda de un profesional que te oriente sobre cómo encontrar lo que te apasiona y como incorporarlo en tu vida.
La “regla de oro” de Jim Collins es: Dedícate a algo que se te dé muy bien, que disfrutes con ello y por lo que la gente esté dispuesta a pagar su dinero.
La vida laboral es una etapa en la vida del ser
humano, en la que debe adaptarse a una serie de reglas sociales y de la empresa
a la que pertenece. Allí se ponen en práctica los conocimientos adquiridos en
la academia y a lo largo de la vida y además se cuestionan algunos
comportamientos y creencias propias para poder adaptarse a un espacio donde
debe primar el bienestar social y no el individual.
Para tener un mejor resultado debes tener en cuenta
algunos aspectos en cada uno de los momentos propios de la vida laboral. Al
inicio tendrás que enfrentarte a dos de ellos, como son la elaboración de la
hoja de vida y la presentación de la entrevista laboral.
Hoja de vida
Es la carta de presentación de cada uno
para participar de un proceso de selección, a partir de esta una empresa puede
interesarse por ti y tenerte en cuenta para una entrevista. Por eso es la
primera oportunidad para que una puerta laboral se abra o se cierre.
El mérito de una hoja de vida, más que
en su contenido, está en la manera como narras la información y en el sello
personal que le imprimes, marcando la diferencia con las otras. El primer
objetivo será entonces, pensar que decir y cómo decirlo para destacarte entre
el resto y ser recordado fácilmente.
Para esto, te recomendamos un orden:
·
Generalidades: Debes poner tu foto, tu nombre y datos
de contacto (dirección, teléfonos, correo
electrónico). La foto siempre debe estar al inicio de la hoja de vida, debe ser actualizada, con buena presentación personal, sin extremo
maquillaje en el caso de las mujeres; puede ser en sepia, a blanco y negro o a
color; debe ser de buena calidad y lo más importante, debe reflejarte como
eres.
·
Perfil: el perfil es muy importante porque es un resumen de
todo lo que se va a encontrar en la hoja de vida, siendo este un ítem que puede
determinar la decisión de continuar en el proceso de selección. Aquí debes
escribir en tercera persona sobre el área de desempeño, tus habilidades más
destacadas y el dominio de algún idioma en caso de poseerlo.
Si eres recién graduado, expresa
las habilidades que has adquirido en tu proceso de formación y en otras
actividades que han aportado a ese proceso. Recuerda sólo nombrar las competencias
que realmente posees, ya que posiblemente tendrás que demostrarlas hasta
finalizar el proceso de selección y por el resto de tu vida.
·
Formación Académica: Inicia con tus estudios formales de
nivel técnico hasta doctoral, colocándolos del último que has obtenido, hacia
el primero que cursaste (evita incluir los escolares). Incluye diplomaturas
si las has realizado, también certificaciones de entidades nacionales e
internacionales, becas obtenidas, distinciones académicas o investigativas. En
la formación en idiomas especifica cuál y el nivel del dominio que tienes.
·
Experiencia laboral: Debes organizar desde tu último trabajo hasta tu primera
experiencia (del año en curso hacia atrás) y mencionar aspectos como el
nombre de la empresa, el nombre de cargo que ejerciste, nombre completo y
teléfono de tu jefe inmediato, tiempo laborado (fecha de ingreso y fecha de
salida), responsabilidades y los logros que obtuviste en el cargo que ocupaste.
·
Referencias: Las referencias profesionales preferiblemente deben pertenecer al
gremio del que quieres hacer parte, en caso de que no tengas experiencia
laboral, puedes poner referencias académicas.
·
Firma: Es lo que consta que la información que
proporcionaste, es válida.
Entrevista laboral
La entrevista de selección es el proceso que realiza una empresa con el
fin de obtener información sobre el futuro empleado y elegir el mejor candidato
para el cargo, para esto utiliza una serie de preguntas y técnicas que le
permiten al entrevistador averiguar si el candidato cumple con el perfil
esperado para el cargo, mientras el entrevistado responde y trata de demostrar
las cualidades por las que fue elegido para este proceso.
A continuación te daremos algunos tips que pueden ser útiles para tus
entrevistas de trabajo:
Antes de la entrevista:
·
Avisa a tu familia que estás haciendo
parte de un proceso de selección y deja papel y lápiz cerca del teléfono, para
que en caso de que estés ausente, la persona que conteste pueda tomar bien la
razón y proporcionar correctamente los datos.
·
Si la citación a la entrevista es
telefónica, tu actitud debe demostrar respeto y amabilidad, ya que esto también
puede sumar o restar puntos en el proceso de selección.
·
Conocer todo lo sobre la empresa, por
ejemplo el nombre completo, servicios que presta, razón social, misión, visión
y todo tipo de información que puede obtenerse a partir de su página web o
redes sociales.
·
Averiguar la ubicación exacta de la empresa para que se
facilite la puntualidad el día de la entrevista y no llevar acompañantes.
·
Llegar cinco minutos antes, la
puntualidad es un aspecto fundamental. En caso de presentarse un imprevisto,
tratar de llamar para avisar y excusarse al llegar.
·
La ropa que uses debe ser formal y
discreta. Procura vestir prendas de color neutro, usa peinados sobrios, en el
caso de las mujeres usa maquillaje suave y si vas a pintar tus uñas, usa
colores claros y decoración sencilla. Trata de mantener una armonía sin perder
tu propio estilo.
·
Lleva la hoja de vida y conoce muy bien
la información que hay ahí consignada, para así poder responder inquietudes y
defender criterios.
·
Ten claras tus carencias y aptitudes,
para poder argumentar y defender.
Durante la entrevista:
·
Procura mantener una actitud relajada y
cordial. Saluda al entrevistador y demás candidatos en caso de que la
entrevista sea grupal; hablar de usted, mirar a los ojos y seguir el ritmo de
la entrevista, dando prioridad a las indicaciones y gestos del entrevistador,
pues es quien dirige la situación.
·
No memorizar las respuestas, es
importante mostrar espontaneidad y fluidez a la hora de dar información propia,
siendo consciente de ser puntual y no excederse dando explicaciones
innecesarias
·
Demostrar competencias y aptitudes,
resaltando las cualidades y hablando en positivo, sin excederse a una actitud
de prepotencia.
·
Nombrar las debilidades de una manera
positiva y no desde la carencia.
·
Cuidar el tono de voz y palabras que se
utilizan y además estar pendiente de la posición y los movimientos, el lenguaje
verbal también dice mucho de usted.
·
No mirar el reloj y apagar el móvil,
para demostrar interés y disponibilidad total.
·
No comer chicle, beber alcohol ni fumar
antes de la entrevista.
·
No abordar asuntos como vacaciones,
beneficios o sueldo a menos que sea el entrevistador el que proponga el tema.
·
No criticar o comparar con otras
empresas ni compañeros anteriores.
·
Sé coherente con el discurso, habla
siempre con la verdad y trata de estar pendiente de las preguntas que se están
haciendo, muchas veces hacen la misma pregunta de diferentes maneras.
·
Muestra interés y curiosidad por el
puesto, nunca por el entrevistador.
Después de la entrevista:
·
Agradece a la empresa y al
entrevistador la oportunidad que te brindan.
·
Es importante recordar los aspectos positivos
de la entrevista para repetirlos en siguientes entrevistas, y recordar aspectos
negativos para corregirlos y aplicar estrategias de mejoramiento.
Tomado de: http://www.empleofulp.es/sites/default/files/ENTREVISTA_DE_TRABAJO.pdf
EL HÁBITO DE CREAR NUEVOS HÁBITOS
Por Elizabeth López, e.lopez@iush.educ.o
Todos los seres humanos vivimos
nuestras vidas a través de múltiples hábitos, y estos pueden favorecernos o
perjudicarnos.
Una de las principales características
de los hábitos es que se vuelven inherentes a nosotros. Por ello se vuelven tan
difíciles de erradicar los que no queremos, o de adquirirlos, pero una vez que
lo logramos será más fácil mantenerlos.
Cuando sentimos que hay algo en
nuestra vida que no funciona como esperábamos, es el momento de un nuevo
hábito. Esto se puede aplicar a cualquier nivel, ya sea planeando mejor nuestro
trabajo, haciendo ejercicio todos los días, alimentándonos mejor, planeando
mejor el tiempo para estudiar, aprendiendo un arte. Hacer estos cambios no se logran solo con la
intención de eliminar los hábitos indeseados en nuestra vida, sino
reemplazándolos con nuevos hábitos que lleven a una duradera transformación.
Todos
tenemos la capacidad
de
cambiar y adquirir
nuevos
hábitos.
A continuación te traemos algunas
ideas que debes tener en cuenta al momento de adquirir nuevos hábitos:
1.
Creando nuevas rutas en nuestro cerebro:
Una idea inicial para crear un hábito
es entender cómo funciona nuestro cerebro cuando aprendemos algo o cuando
estamos adquiriendo un hábito. Cada vez que tenemos un pensamiento o una
conducta nueva, creamos una ruta de conexiones neuronales que con la repetición
se vuelve cada vez más usual y de fácil acceso. Es como cuando se pasa por un
sendero tantas veces que se va marcando un camino para recorrer. Esta premisa
es base para comprender porque al momento de intentar crear un hábito, se debe
acudir a repetir el comportamiento una y otra vez hasta que quede fijado en
nuestro cerebro.
2.
No pierdas el ritmo:
Lo segundo a tener en cuenta es que es
muy importante ese primer impulso que nos lleva a adquirir un hábito. Si
quieres lograrlo empieza el primer día a hacerlo, el segundo y el tercero, no
importa que le dediques poco tiempo o que solo hagas una pequeña parte. Lo
importante es que no pierdas el ritmo, ya que, una vez que empiezas a hacer
algo, es más fácil continuar haciéndolo. Si cada día logras llevarlo a cabo,
cuando menos pienses eso que al inicio parecía difícil de lograr, lo harás como
si fuera algo natural en tu vida.
3.
Inicia con pequeños hábitos:
A veces nuestros objetivos se vuelven
tan ambiciosos e intangibles que no sabes ni por dónde empezar. Las metas en la
vida están basadas en pequeños hábitos que unidos cambian tu estilo de vida.
Por ejemplo si mi objetivo es llegar a ser bilingüe, debo crear el hábito de
dedicar todos los días un tiempo a estudiar el idioma que deseo aprender.
Plantéate crear pequeños hábitos, uno
a la vez, que luego se van uniendo a nuevos, cambiando la manera en que haces
las cosas.
son
distintos a las acciones
que
te llevarán a lograrlos.
4. Aprende
las habilidades necesarias:
Otro aspecto que debes tener en cuenta, es que
para adquirir hábitos primero necesitas aprender algunas habilidades. Por
ejemplo si quiero crear el hábito de nadar todos los días, primero debo aprender
a nadar si no lo sé. Ocúpate de eso que necesitas aprender para hacer más fácil
la adquisición de nuevos hábitos o para cambiar las condiciones hacen más
difícil adquirirlo.
5. Para
mantenerte firme:
Una estrategia que puede servirte para
mantenerte firme en las acciones que debes hacer a diario para crear tu hábito,
es buscar ayuda de personas que te recuerden la acción o incluir estas
actividades en alguna secuencia día a día que te obliguen a cumplirlas.
6. Evalúa
tus logros:
Un hábito requiere de tiempo y constancia para
crearse, y para mantener la motivación es importante que puedas ir midiendo los
avances de las nuevas acciones que estas incluyendo en tu rutina. Reconocerse
cada pequeño logro ayuda a continuar realizándolo y a que veas de manera
tangible la creación de los nuevos hábitos.
¿Cómo se come un
elefante?
Con un pequeño
bocado a la vez.
Por último recuerda que todos tenemos
la capacidad de cambiar y adquirir nuevos hábitos. Todo es cuestión de la
motivación que tengas para hacerlo y de la constancia con que la lleves a cabo.
También puedes ver: http://www.soyentrepreneur.com/26183-tips-para-crear-buenos-habitos.html
Fuentes: http://www.psyciencia.com/
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