jueves, 3 de marzo de 2016

CRECIMIENTO PERSONAL


EL VAIVÉN DE LA VIDA


Por: ESTEFANÍA CARRILLO


A lo largo de nuestro caminar en este sendero finito llamado vivir, encontramos un sinnúmero de experiencias que narran situaciones dolorosas, graciosas, alegres, irónicas, ¿escuchamos y aprendemos de estas experiencias?; O de lo contrario hacemos oídos sordos a eso que nos narra. Esto, no como reprimenda, sino como una invitación a mirar y reflexionar eso que pasa por su vivir. De la misma forma como el destino tienta al sujeto a un crecer  y recrecer continuamente, a pensarse y a conocerse a sí mismo, pues sólo la posibilidad de saber “quien soy” y reconocer esas debilidades y fortalezas permitirá bosquejar un camino con posibilidades mucho más asequibles.


La ganancia no está en presentar una vida aparente o realizar sueños ajenos, el objetivo es poder vivir una existencia única, ser siempre originales y poder aceptarse tal como se es, ese es el secreto de una vida saludable, la idea es no ser ajenos a nosotros mismos y poder responsabilizarse de ese actuar, de este vivir, pues no se pueden dejar las decisiones al devenir de los otros, es aquí donde el término decisión toma un auge en la vida de cada persona, tomamos decisiones todo el tiempo, el no querer tomar una decisión, eso mismo es una decisión, para tomar una decisión es necesario asumir que en estas siempre hay una pérdida y una ganancia, pero muchas veces esa renuncia no es tan fácil y pretendemos quedarnos siempre en nuestra zona de confort, no tomamos riesgos por el temor a fallar o a sufrir, pero ¿qué pasaría si ese dolor más que una simple sensación nos enseñara a vivir con más pasión, intensidad o alegría?, a veces esta adversidades nos hacen ser más fuertes y decididos. La invitación está en tomar decisiones  y esto, no hace referencia a tirarse de paracaídas cuando se tiene temor a las alturas o de hacer equitación cuando en realidad se tienen alergia a los caballos, o de consumir comidas exóticas cuando en realidad no hay ningún placer en hacerlo; NO, ese no es el sentido de tomar decisiones extremas, por el contrario la idea es  tomar las decisiones significativas que permitan un cambio en algunas de las áreas familiar, social y personal. Asumiendo sobretodo que dicha decisión será una construcción personal que permitirá una metamorfosis en el individuo. Pero entonces ¿cuál será el primer paso a seguir para realizar estos cambios y mantenerlos?, en este recorrido personal me he encontrado con estos tres aspectos fundamentales para que este pueda ser permanente, ya el resto corre por cuenta de cada uno. Así pues, el principal aspecto estará dado por la posibilidad de creer y de confiar en su propia individualidad, esto mediado por la posibilidad de conocer y reconocer las propias fortalezas y debilidades. Siempre, o al menos la mayoría del tiempo, tener una actitud positiva, dejar la negatividad, pues somos lo que pensamos y lo que proyectamos de nosotros mismos; si proyectamos oscuridad seremos seres tristes, amargados, enfermos, pesimistas, pero si podemos cambiar esa oscuridad por un poco de luz por mínima que sea seremos seres confiados, amables, alegres y sabios pues se podrá vivir la existencia con mucho más agrado. Ser seres alegres, el buen humor y la alegría hace posible iluminar cualquier ambiente donde se encuentre, mejora la salud y permite una perspectiva diferente de los acontecimientos.
Para finalizar, es importante reconocer que la vida es un proceso continuo, cambiante y fluctuante que permite no solo el descubrimiento personal sino el aprendizaje continuo a través de sucesos tan opuestos como los polos. Hay alegrías y tristezas, muerte y vida, luz y oscuridad.
"Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra felicidad perdería su sentido si no estuviera balanceada con la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen, con paciencia y ecuanimidad". Carl Jung.
La vida no es un compendio de felicidad para siempre, sino un recorrido de subidas y bajadas que permitirán amar y disfrutar de esos instantes felices dando fuerzas para esos momentos no tan agradables y dolorosos que se presentan en la vida de cada persona que están amarrados a la existencia; innegablemente  todos pasaremos por estos momentos, lo indispensable es saber qué hacer con estos y cómo se integran a nuestra vida… al final quien decide cómo vivir su propia existencia SOY YO.







¿CÓMO REACCIONAS ANTE LA ADVERSIDAD? ¿QUIÉN ERES TÚ: ZANAHORIA, HUEVO O CAFÉ?

El oro para ser purificado debe pasar por el fuego, así como el ser humano necesita pruebas para pulir su carácter. Pero lo más importante es: ¿Cómo reaccionamos frente a las pruebas?



Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.


Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en otro. Coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?". Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: ¡agua hirviendo!, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua siendo fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.

El huevo había llegado al agua siendo frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

Y hoy te lo pregunto yo a ti... ¿Cómo eres tú, mi querido amigo? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable,  Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero... ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviendo, el elemento que le causa dolor. ¡Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor! Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor... ¡tú reaccionas mejor! y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. ¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

Piénsalo...









“EL PODER DE TUS PALABRAS”

LA FÁBULA DE LA RANA SORDA

“Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo.
Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuán hondo era, dijeron a las dos ranas que estaban en el fondo, que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.  
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del 
hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles. 

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
 La multitud de ranas le gritaba que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltaba cada vez con más fuerza hasta que finalmente saltó fuera del hoyo. Cuando salió, las otras ranas le preguntaron:
– ¿No escuchaste lo que te decíamos?
La rana les explicó que era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir de allí.”
 Esta historia contiene dos lecciones:
Primero: La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día.

Segundo: Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentra desanimado puede ser que acabe por destruirlo. Cualquiera puede decir palabras que roben a los demás el espíritu que les lleva a seguir en la lucha en medio de tiempos difíciles. Tengamos cuidado con lo que decimos. Pero sobre todo con lo que escuchamos, no siempre hay que prestar atención, utilicemos sólo lo que es bueno.

¡¡¡OJO CON LO QUE DICES, QUE LAS PALABRAS TIENEN PODER!!… hemos  escuchado algunas veces y tienen razón, porque con ellas puedes ayudarle a alguien a animarle el día o por el contrario hacer que pase muy mal, siendo las palabras destructivas aquellas que pueden quitarle a los demás la motivación para seguir adelante y confiar en sí mismo.

A través de las palabras, manifestamos lo que somos, como sentimos y pensamos y éstas, pueden llevarnos según como las presentemos, a mantenernos en relaciones sanas con los demás y con nosotros mismos o por el contrario en disputa y resentimientos, que pueden conllevarnos a desarrollar enfermedades; por eso es importante, rodearnos de personas que nos ayuden con palabras bonitas a sentirnos bien y alegres, como también hacer lo mismo con los demás!  
Ten presente que….
Una palabra amable: puede suavizar las cosas. 
Una palabra alegre: puede iluminar el día.
Una palabra oportuna: puede aliviar la carga.
Una palabra de amor: puede curar y dar felicidad.
Una palabra irresponsable: puede encender discordias.
Una palabra cruel: puede arruinar una vida.
Una palabra de resentimiento: puede causar odio.
Una palabra brutal: puede herir o matar.

“Habla de tal manera que en tu alma y en la de los demás quede la paz

Tomado de:







¿QUIÉN SOY YO?

Por: David Quintana Bermúdez 
Te has preguntado alguna vez ¿Por qué estás acá? ¿Qué sentido tiene tu vida?  Y lo más importante ¿Quién eres?

Quizás estas preguntas tengan alguna similitud con tu realidad, todo ser humano pasa por un proceso de identificación donde su principal problemática radica en el cuestionamiento de las tareas  que de forma implícita se  adjudica o se apropia,  pero que  por alguna circunstancia no tiene  idea de cómo cumplirlas.
El por qué estás acá, es una incógnita basada en el contexto social  y que de forma directa señala a la persona. De allí, pueden desprenderse preguntas  tales como : ¿para qué sirvo? ¿En qué me va bien? ¿Cuál es mi función o tarea en este lugar?   O simplemente ¿estoy donde quiero estar? Estas inquietudes al ser despertadas  propiamente por el contexto, producen en la persona sentimiento de angustia, presión, desubicación  y en algunos casos de desespero. Esto, porque toda persona es una construcción que se da por medio de contextos (familiar, social, personal, educativo, entre otros), los cuales de una manera determinante infieren en la estructuración del ser humano.
Ahora bien, la problemática de este cuestionamiento, radica en los altos niveles de responsabilidad que inconscientemente la persona pone sobre sus hombros e intenta cumplir por todos los medios, Es decir, somos el "burro de carga" que arrastra  sin racionalidad alguna la mercancía que depositan en nuestra carreta.
¡Vaya error! Estás tan identificado con lo que espera el otro de ti, que al no cumplir con su demanda nace la otra pregunta ¿Qué sentido tienen tu vida? Ésta si nace de tu interior y va relacionada con la valoración que tú mismo haces de las capacidades que tienes.
 Una valoración negativa, traería consigo incógnitas tales como  ¿será que si sirvo para algo? ¿Soy tan inútil como lo dicen? ¿Si seré capaz sin otra persona? Mientras que una valoración positiva, simplemente se encargaría de ejecutar acciones y utilizar herramientas necesarias para que ese sentido de la vida  trascienda con el  transcurrir del tiempo.
Pensemos en que tu mente y tu cuerpo son un jardín del cual estas encargado de su mantenimiento, allí,  a medida que pasa el tiempo has sembrado toda variedad de productos que en tu concepto lo hacen ver aún más hermoso. En un momento dado, algún forastero pasa por el frente de tu casa y se detiene a observar lo majestuoso que está tu jardín, en ese momento, lo pica el "bichito" de la envidia al ver que tu esfuerzo ha dado frutos, mientras que él ha invertido su tiempo sin obtener nada. En ese mismo momento, busca la manera de arruinar un poco la belleza de tu jardín y comenta que los productos que tienes allí no son tan buenos como tú crees y te recomienda quitarlos, ¿Qué harías?  ¿Desecharías tus productos o los conservarías  demostrándole a ese otro que en  tu jardín las decisiones son solo tuyas? Al responder esto encontrarías la respuesta a la tercera pregunta ¿Quién eres?  Quizá los quites, o  quizá no, eso ya depende de que tanto confíes en tu criterio y por ende te conozcas.
La vida te da la posibilidad de crecer por tus sueños, esperanzas, metas y expectativas. O también la de  hacerlo bajo la sombra de otro que de una manera u otra  opaca y disminuye las grandiosas y majestuosas características que te conforman.
Sabiendo esto, ya está en ti definir cómo lo haces o cómo orientas la manera de responder a la simple, pero a su vez compleja pregunta ¿QUIÉN SOY YO?







VOY AL PSICÓLOGO 
PORQUE NO ESTOY LOCO


Por: Tamara de la Rosa

Hoy en día sigue existiendo un prejuicio respecto a visitar al psicólogo. Muchos habrán visto la reacción de algún conocido cuando le aconsejan pedir ayuda psicológica y responde: “¿A un psicólogo? ¿Yo? ¡Si yo no estoy loco!”. 

Lo cierto es que sigue dando reparo el contar que acudimos a terapia. No hay que tener un cáncer de útero para ir al ginecólogo, ni problemas de próstata para ir a un urólogo, ni un dolor de muelas para ir al dentista ¿verdad?. Nadie saca la conclusión de que estás gravemente enfermo cuando acudes a estas consultas, al contrario, todos entendemos que es necesaria una revisión y que nos ayuden a prevenir posibles enfermedades. ¿Por qué con el psicólogo es diferente si es igual de necesario? Tienes contracturas musculares y acudes a un fisioterapeuta. Tienes problemas legales y visitas a un abogado, ¿Por qué no acudir a un psicólogo si te encuentras ansioso, intranquilo, angustiado, desesperanzado, con dificultad a la hora de comunicar tus ideas, tu comportamiento te causa problemas…?

Y es que nos mostramos muy precavidos con la salud física mientras que los problemas que podamos tener sobre nuestro estado de ánimo, pensamientos y actitudes los dejamos en un segundo plano, esperando y creyendo que el tiempo lo cura todo. Y no siempre funciona así. Pensamos que somos capaces de superar cualquier bache de la vida y que lo único que necesitamos es serenarnos y darle tiempo al tiempo, pero no siempre contamos con la misma fortaleza mental ni funcionan las mismas estrategias para todos los problemas. 

Como seres humanos a lo largo de la vida atravesamos etapas muy diversas que nos obligan de alguna manera a ir desarrollando una serie de actitudes y habilidades que nos permitirán ir adaptándonos a los acontecimientos que aparezcan y, dependiendo de nuestro estado de ánimo, tendremos mayor o menor fuerza a la hora de poner en marcha las herramientas personales e idóneas para enfrentar cada etapa con éxito. Debemos ser conscientes de que la salud mental es primordial en nuestro día a día. Conocer cómo sobrellevamos nuestros problemas, cómo nos relacionamos con los demás y la importancia de estar bien con nosotros mismos para una buena toma de decisiones. 

Los psicólogos no tenemos una varita mágica que elimine todos tus problemas. ¡Ojalá! Pero sí podemos asesorarte y enseñarte estrategias y herramientas necesarias que te permitan recuperar el nivel de confianza suficiente para superar por ti mismo cualquier tipo de adversidad que te impida avanzar. El psicólogo enseña al paciente técnicas y habilidades para afrontar sus problemas, disminuir su malestar y le ayuda a que consiga los objetivos propuestos en consulta. Acaba ya con el mito social de que acudir al psicólogo es cosa de locos. ¡Al revés! Si estás viviendo una ruptura, un ascenso, un despido, una llegada de un hijo o cualquier situación que te haga sentir que te supera o te bloquea tu vida, inundándola de sensaciones desagradables, sería de locos no pedir ayuda profesional.

No tienes que tener un gran problema para ir al psicólogo. Tan solo se trata de mejorar tu calidad de vida emocional. Muchos acuden a consulta simplemente para descubrirse a sí mismo, ganar confianza y atreverse a luchar por un sueño o, incluso, para mejorar sus resultados en el deporte. Y es que, no debemos olvidar que la salud física es importantísima pero no más que la salud mental. Me atrevo a decir que la salud mental influye en la física en muchas ocasiones. No te avergüences de pedir ayuda si crees que la necesitas. Sólo tú decides que tan público lo haces. Recuerda que lo importante no es el qué dirán, sino saber que estamos haciendo un bien para nosotros mismos.






¿ERES UN GUERRERO?

Por: Elizabeth López.  e.lopez@iush.edu.co

La palabra guerrero proviene del griego espartaco "guerr" (que significa cazador) y "ero" (que significa monstruo), cazador de monstruos.

Cuando se piensa en la palabra guerrero, lo unimos inmediatamente a la guerra, a una batalla, a alguien bélico, que usa armas y que genera daño, pero también a alguien que es valiente y que lucha. Y es que precisamente la vida de los seres humanos estamos enfrentados constantemente a batallas o monstruos, ya sea porque las busquemos librar o porque la vida las presenta. 


En la película “El camino del guerrero”, se propone la idea de un guerrero pacífico; es decir, alguien que sabe librar esas batallas y cazar esos monstruos, teniendo como principal arma él mismo.


Trabaja su proyecto de vida a través del fortalecimiento no solo lo externo o material, sino también y en mayor medida lo interior, pues sabe que las verdaderas batallas se libran en el interior. Y no se libran para ser exitoso o para alimentar el ego, se libran para aprender a servir a los demás ese es el propósito, llevar a cabo su misión en la vida. De allí que el guerrero aprenda a vivir la vida pensando diferente a como pensaba en la mañana.

En esa medida un guerrero pacífico necesita conocerse muy bien a sí mismo y para ello necesita tiempo, silencio, introspección, disciplina, observación, conocimiento y meditación.  Por eso ser un guerrero pacífico no es algo fácil, pues se necesita fuerza y confianza, ya que sabe que es frágil, pero a la vez valiente y la mejor forma de fortalecer esa valentía es cultivando la curiosidad. Porque no se trata de solo perfección o victoria, es vulnerabilidad, esa es la única verdad.

Otra de las características de los guerreros es que disfruta de cada instante de su vida, el que puede centrarse en el aquí y ahora y sacarle jugo a cada momento presente.


Una persona guerrera a la que aspiramos que todo ser humano se convierta, es imperturbable. Se sitúa más allá del éxito y del fracaso; el vibrar y la armonía son su estado habitual. El guerrero “no corre ni se queda; sabe avanzar. No se complica ni se queja; ama lo que hace y se entrega plenamente a cada instante”. (Waira – Chamalú)

Reglas de vida:

1.      Un guerrero aprende que la vida es un misterio
2.      Un guerrero tiene sentido del humor
3.      Un guerrero no le teme a los cambios
4.      Un guerrero aprende a viajar
5.      Un guerrero aprende a vivir el aquí y el ahora
6.      Un guerrero aprende a explorar su interior
7.      Un guerrero aprende a soltar
8.      Un guerrero se hace responsable de sus actos
9.      Un guerrero no renuncia a aquello que ama 




ME DECLARO EN CONTRA DE LA SONRISA DISFRAZADA

Me declaro en contra de la sonrisa disfrazada.
De algo de lo que no me sé defender es del ataque disfrazado de sonrisa.


Me declaro en contra de quien se ríe de los demás por encubrir su inseguridad.
Me declaro en contra de quien te da la mano y en la otra sujeta un puñal tras su espalda.
Me declaro en contra de quien su inseguridad la hace ver como extrema seguridad y no solo eso, si no que te la proyecta a ti, como si tu padecieras de ella.
Quien se piensa que tiene el poder de la verdad absoluta.
Quien todos a su alrededor siempre serán menos, ya que este individuo en cuestión, es simplemente perfecto.

Me declaro en contra de quien el concepto de humildad lo comunica y a su vez deja en evidencia su significado con sus hechos.

Quien busca al débil.
Quien suprime para subirse encima.

Me declaro en contra de todas aquellas personas que ven pasar su vida por delante porque hacer “eso” es una tontería.
Me declaro en contra de la gente que no valora, ya que en primer lugar no se valoran a si mismos.

Hacéis mucho daño con vuestra sonrisa encubierta.
Sois peligrosos porque no se os ve venir y de manera paulatina, minuciosa y disimulada hundís a quien se apoya en vosotros.

Me declaro en contra de quien no te mira a los ojos cuando te habla.

Y lo peor es que estáis por todas partes, os hacéis pasar por amigos, por familia, por compañeros y parejas. Sois difíciles de localizar ya que vuestra cobardía no os deja actuar cara al público.

Me declaro en contra de quien me hace daño de manera gratuita.

Basta ya. No te lo permito.
Adriana L.




HABLANDO DE CRECIMIENTO PERSONAL

Ana Muñoz (S.F), nos plantea que el crecimiento personal se logra mediante la necesidad de superar aspectos que interfieren tanto a nivel intrapersonal, como en el contexto en el cual se desarrollo la persona.
Entre sus ideales, el ser humano instaura una mejora constante en pro de los contexto entre los cuales se desarrolla, sea individual planteándose metas claras que lo direcciones  a la superación de sí mismo, o en el social  llevándolas a su contexto, pues es allí donde proyecta  un mundo cómodo  que le propicie un estado de bienestar. 
El crecimiento personal parte de la identificación por parte del sujeto en aspectos que bien sean positivos  y necesiten  un repotencializacion,  o que sean negativos y se vea necesaria la reestructuración de este. Con el fin, de sentirse un poco mas pleno y con capacidad de enfrentar el mundo.
El ideal de crecimiento personal, va ligado a la estructuración de un plan de vida o proyecto de vida que maneja el sujeto. Pues es aquí, donde  entran en juego las realidades y expectativas que se quieren y se tienen; obteniendo gran satisfacción al lograr lo deseado, o una frustración e inminente tristeza cuando  lo planteado para su proyecto o plan no se consigue a cabalidad.
¿Cómo puedo obtener el crecimiento personal?
Cabe aclarar que el crecimiento personal no se da de la noche a la mañana, es un proceso que se realiza de forma evolutiva; Pues cada día que pasa,  la persona identifica factores en todas sus esferas relacionales,  los cuales puede mejorar o repotencializar.



Para lograr un crecimiento personal  según la especialista en Superación personal Verónica Mena, se deben cumplir con las siguientes pautas:

1. Mira detenidamente aquello que cruza por tu mente. Presta atención a cuáles son tus preocupaciones y qué las causan. Escucha a tus sentimientos y pregúntate porque sientes esto o lo otro.

2. No juzgues a los demás. De nosotros depende como elijamos considerar nuestras experiencias, pero las ajenas son responsabilidad de sus respectivos dueños.

3. Armonía. Si logras armonizar tus pensamientos, palabras y acciones, podrás realizar un cambio notable en tu vida para alcanzar tus metas y compartirlas con quienes te rodean.

4. Motivación. Utiliza motivadores positivos en lugar del temor o los incentivos. Además, elimina los desmotivadores, como las políticas frustrantes o la burocracia.

5. Ejerce la tolerancia. Entiende las diferentes necesidades que impulsan a los individuos; cada persona es única, con diferentes talentos y habilidades.
 Entender que la vida es un constante aprendizaje te ayudará a tener una óptica diferente de lo que experimentas, además de que hará más llevaderos cada uno de los momentos difíciles que tengas que afrontar.

¿Qué beneficios me trae el crecimiento personal?

Entender que te pasa y saber gestionarlo: piensa antes de actuar quizá tus acciones sean más productivas si lo haces de esta manera.

Vivir una vida más tranquila: al conocer que es lo que debes o tienes que mejorar o potencializar, tu vida sentirá una leve pero duradero satisfacción.

Confiar en tus recursos y capacidades: Cuando sabes lo que te pasa, aceptas tus sentimientos y comprendes tus reacciones, surge en ti la posibilidad de decidir, qué hacer al respecto.

Poder cambiar la percepción: Muchas cosas nos afectan porque las miramos bajo un determinado prisma o color. Si algo te molesta, te entristece, te da rabia…y eres capaz de aceptar y gestionar esos sentimientos, entonces, también serás capaz de darles la vuelta.

Valórate como persona: da el crédito que merece a cada acción que ejecutes, sin importar que tan buena o malo sea lo que hagas, siempre dejara una enseñanza parta tu vida.

Tomado de: 
www.mypsicologa.com
www.motivacion.about.com
www.morguefile.com





!ALCANZA TUS METAS Y NO TE RINDAS!













INTELIGENCIA EMOCIONAL


Inteligencia Emocional es el reconocimiento de las propias emociones y el reconocimiento de las emociones de las demás personas. Se refiere a la capacidad  humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás.


Es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos e incluye cuatro grupos de habilidades: la conciencia de sí mismo, la autorregulación, la motivación y la empatía. El dominio de estos permite fortalecer y mejorar las relaciones y habilidades interpersonales.







CREE EN TI


























LUCHA POR TUS SUEÑOS




En varios escenarios hemos encontrado una frase particular que dice “todo depende de cómo se vea”; y realmente es así. 

Pero, ¿qué es lo que puede intervenir en la forma de ver las cosas?; sin duda existen muchas consideraciones, que se hacen a la hora de enfrentar las diferentes situaciones de la vida, dichas situaciones pueden tener una calificación buena, no tan buena y excelente; quien otorga la calificación está influenciado por su historia y su experiencia, lo que le permite tener una ACTITUD frente a las distintas situaciones, convirtiéndolas así en desgracia, oportunidad o reto.

Reflexionar en torno al tema de la ACTITUD resulta prioritario en cualquier contexto, ya que nos permite evaluar de manera particular la forma en como se están viendo los diferentes entornos: social, personal, educativo, laboral y profesional. 








EL DUELO



El duelo es un proceso mediante el cual una persona busca adaptarse emocionalmente a una pérdida de cualquier tipo (amorosa, laboral, de salud, de residencia, el fallecimiento de seres queridos, etc.), que inevitablemente le ocasiona dolor debido a la naturaleza insaciable del anhelo por recuperar aquello que se ha perdido.

Este proceso es vivido de manera diferente por cada persona , lo que sienta ante la pérdida depende de varios factores, como el significado que tenía para ella aquello que perdió, su carácter y personalidad, el apoyo de otras personas, las circunstancias de la pérdida y la influencia de otras situaciones que esté viviendo.

En el proceso de duelo se atraviesan varias etapas
 
Etapa 1 – Fase de shock o estupor
Estado de desconcierto y embotamiento, caracterizado por la presencia de conductas automáticas y la incapacidad de aceptar la realidad. En estos primeros momentos hay personas que actúan como si no hubiera ocurrido nada, aparentando ante los demás que aceptan plenamente la situación. En otros casos, encontramos a personas que se paralizan y permanecen inmóviles e inaccesibles.
Se trata de un estado protector que sirve para dar tiempo a asumir la información recibida y puede durar horas o incluso algunos días.







Etapa 2 - Fase de rabia o agresividad


Podemos sentir falta de seguridad y baja autoestima, e incluso enfadarnos con aquellas personas a las que consideramos responsables de la pérdida. Suelen aparecer también sentimientos de injusticia y desamparo junto con problemas como insomnio, pesadillas o sueño no reparador.
En este momento podemos sentirnos con menos capacidad de concentración y tener pérdidas de memoria. Nuestro apetito en general también se ve afectado y nos resulta muy difícil disfrutar de las actividades cotidianas.

Etapa 3 – Fase de desorganización o de desesperanza
Empezamos a tomar conciencia de que nuestro ser querido no volverá, aún así, muchas personas “sienten la presencia” del familiar fallecido, sobre todo en momentos de somnolencia o relajación. Este momento se caracteriza por la sensación de desorganización al no estar presente ese ser querido. Por ello, es habitual experimentar apatía, tristeza, desinterés, o incluso una tendencia a abandonarnos y a romper los esquemas de nuestro estilo de vida personal habitual. Algunas personas sienten también el impulso de llevar a cabo cambios radicales en su vida (casa, trabajo, mobiliario, localidad de residencia) o en sus relaciones personales o familiares. Pero es mejor dejarlo para más adelante.

Etapa 4 – Fase de reorganización
Poco a poco vamos afrontando la nueva situación y reorganizamos nuestra propia existencia. Aquí, el recuerdo de nuestro ser querido empieza a transformarse en una emoción reparadora.
Durante este tiempo tendremos la sensación de estar recorriendo una y otra vez estas cuatro fases, pero cada vez, nos iremos adaptando con mayor tranquilidad a la realidad de esta gran pérdida.
La vida ya no volverá a ser la misma, porque la pérdida deja un vacío irremplazable. Cada uno tiene que seguir su propio camino y su propio tempo, conscientes de que es un proceso que precisa nuestro esfuerzo. El objetivo es conseguir avanzar en la reconstrucción de una vida con un nuevo significado, que nos servirá de ayuda en la maduración y el crecimiento personal.



Recuerda que, a lo largo del proceso, tendremos que superar distintos retos:

  1. Aceptar la realidad de la pérdida, afrontando plenamente que la persona querida está muerta, se ha marchado y no volverá.
  2. Experimentar el dolor de la pena, sin bloquear los sentimientos ni negar el dolor que está presente. Es imposible perder a alguien a quien se quiere sin experimentar dolor.
  3. Adaptarse a un mundo en el que el ser querido está ausente. Esto supone empezar a hacer tareas, gestiones, tomar decisiones, etc. sin contar con la presencia y el apoyo que nos daba antes esa persona.
  4. Reubicar emocionalmente a nuestro ser querido y mirar hacia el futuro. No se trata de olvidarlo sino de encontrarle un lugar apropiado e importante para recordar nuestra vida juntos, pero dejando espacio para otras relaciones significativas. La vida nunca volverá a ser lo mismo, pero enriqueceremos nuestro espacio con nuevas emociones y relaciones.


¿Cuándo acaba un proceso de duelo?
Dependerá de cada persona. Es muy difícil poner un límite, puesto que se trata de un proceso algo laborioso, lento pero progresivo. Se considera como momento clave aquel en el que somos capaces de mirar hacia el pasado y recordar sin intensa pena y dolor a nuestro ser perdido y a la historia compartida.





TEN EN CUENTA AL MOMENTO DE EMPRENDER TU PROYECTO DE VIDA


El proyecto de vida permite la toma de decisiones, el conocimiento de sí mismo, volver tangible los sueños, tener una guía en nuestra vida, es flexible, permite visualizarse a corto, mediano y largo plazo.

Para desarrollarlo se debe hacer un comparativo de lo que somos actualmente y lo que queremos ser (actividades, gustos, personas importantes, lo que no me gusta, virtudes, defectos) y establecer estrategias para lograrlo.

Las prioridades en el proyecto de vida se pueden dividir en el SER (personalidad, carácter), HACER (logros), TENER (material, humanos).

Una forma de plantear el proyecto visualizarnos en los roles que queremos desempeñar en las diferentes esferas de la vida, como la afectiva, profesional, social, física y espiritual y proponernos metas.



Tomado de: www.youtube.com/watch?v=i07qz_6Mk7g






LA DEPRESIÓN: MI QUERIDA MASCOTA


A veces un perro negro se interpone en nuestro camino y no sabemos qué hacer con él,  lo odiamos, lo amamos, lo rechazamos o dejamos que él se presente por nosotros, si quieres saber qué puedes hacer con él, mira este video:




¿Cuántas veces le has dicho a alguien: - Es que estoy súper deprimido, ¡ayy no qué depresión! ¡Ando con una depre!, te has preguntado si realmente estás deprimido o estás simplemente triste?
La depresión es un trastorno del estado del ánimo, en el que una persona experimenta un estado prolongado (semanas) de tristeza, que  transversaliza la vida de quien la padece, afectando así áreas como la social, afectiva, laboral, personal, familiar. Como la palabra lo indica la depresión se refiere a una baja de la energía, de la vitalidad de la persona, y sobre todo del interés y la motivación hacia todas o casi todas las actividades que realiza a diario.
Si te identificaste con la persona del video o con lo anterior, es muy importante que busques ayuda, desde el área de psicología de la IUSH te podemos ayudar a identificar si lo que sientes es una depresión o si realmente estás triste, y para ambos casos te podemos guiar para que te sientas mejor.

La depresión es un padecimiento que afecta a miles de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta enfermedad está presente en más de 350 millones de personas en el mundo y es la principal causa mundial de discapacidad, así como una de las mayores causas de muertes en el mundo.
Ninguno de nosotros está excento de padecerla en algún momento de nuestras vidas, pero sí podemos prevenir su visita en nuestras vida, ¿cómo podemos hacerlos? Aplicando estos simples tips:
  1. Evitar el estrés prolongado: Si hay una situación en tu vida que te esté estresando de forma permanente, busca solucionarla o manejarla de una mejor forma para evitar que te siga estresando
  2. Haz parte de un grupo de afiliación: busca actividades que te vinculen con otras personas, incluso tu familia, busca compartir más tiempo con ella, ya que estos grupos nos hacen sentir valorados.
  3. Evita tener relaciones mediadas por la violencia: cuando una persona es violentada es más propensa a aislarse, a evitar el contacto con los otros
  4. Encuéntrale un sentido a tu trabajo y a las actividades que realizas
  5. Haz ejercicio: este estimula la secreción de endorfinas, que provocan la sensación de bienestar en la persona
  6. Cuida tus horarios de sueño y alimentación
  7. Busca tener actividades placenteras en tu día a día
  8. Sal de la rutina: busca nuevas actividades
  9. Dedica tiempo a tus amigos y familia
  10. Cuenta con personas que te puedan apoyar cuando lo necesites.